jueves, 8 de abril de 2010

¿Creamos o destruimos?


La humanidad se debate entre dos únicas opciones: la transformación individual y colectiva o la autodestrucción definitiva de todo cuanto nos rodea. Como seres humanos, creados a la imagen de Dios, tenemos un lugar privilegiado en la historia de la tierra, planeta maravilloso que nos cobija y del que nos aprestamos a celebrar su día mundial. Debemos reconocer que nuestra especie y generación tiene la posibilidad de elegir libremente entre su destrucción total o la creación de un nuevo orden de vida sostenible. ¿Crees que el socialismo del siglo XXI, el comunismo, el capitalismo o el neoliberalismo constituyen modelos acertados para construir el nuevo orden? ¿Qué tal una tercera vía? ¿El ecologismo por ejemplo? Desde 1972 cuando por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas se celebró en Estocolmo la Conferencia Internacional sobre el Hombre y su Medio Ambiente, se perfiló lo que debía ser el eco-desarrollo fundamentado sobre la utilización racional de los recursos humanos y naturales a escala local, nacional y mundial. Más allá de las decisiones de los gobiernos, los representantes de muchas ONG’s, en su mayoría jóvenes, afirmaron su voluntad de trabajar bajo el slogan de que se tiene una sola tierra y así nació la ecología política. Todos comparten la idea de repensar la civilización y reorientar el desarrollo especialmente cuando vivimos la época de los más grandes logros científicos pero también de la mayor desestabilización de las condiciones de la vida y el despilfarro de los recursos comunes del planeta. La ecología ha llegado a ser política con pensamiento y programas nuevos dentro de un contrato social en permanente alianza con la naturaleza. Aplicada al hombre, la ecología se vuelve el estudio de la relación entre la humanidad y su ambiente, o sea la manera cómo la primera transforma al segundo y éste permite a la primera sobrevivir. El ambiente de los hombres no es simplemente la naturaleza salvaje, sino que incluye también la naturaleza transformada por su actividad. La ecología política es, entonces, el análisis de la interacción compleja entre el medio ambiente y el funcionamiento económico, social y político de las comunidades humanas. Tomando en serio los desequilibrios ecológicos generados por la actividad humana, la ecología política es llevada a cuestionar la modernidad y a desarrollar un análisis crítico del funcionamiento de nuestras sociedades industriales. ¿Cómo reorientar nuestro desarrollo para hacerlo sustentable? Economizando el factor Tierra, dando prioridad a las tecnologías que economicen energía y sean más respetuosas del medio ambiente. Establecer nuevas regulaciones añadiendo a la protección social la protección del medio ambiente. Las herramientas existen, desde los medios reglamentarios (leyes y normas), medios económicos (eco impuestos, permisos negociables) pasando por los acuerdos de auto limitación y los códigos de buena conducta. ¿Cómo hacer que las fuerzas sociales y políticas tomen en cuenta lo sustentable? A través de un intenso debate ideológico y cultural dirigido a modificar la percepción de los riesgos y de las ventajas, hacer progresar los valores y las normas de la ecología. Más allá de la política y sus contenidos, es lo político, su campo y sus métodos lo que hay que reconstruir. ¿Qué diferencias existen entre un líder político convencional y un líder ecologista? El líder ecologista está más comprometido con la persona que con un determinado lineamiento político, es por ello que su compromiso va más allá de la consolidación de la ideología en sí. El líder ecologista intenta comprender el contexto de la necesidad del “mejor vivir”, que la mayoría de las veces son el origen de los problemas sociales de la comunidad. El líder ecologista considera cada contacto con su vecino como la ocasión ideal para aplicar medidas de educación ambiental. El líder ecologista considera al conjunto de vecinos como una población vital y así se compromete constantemente en mantener la excelencia ambiental en su comunidad. El líder ecologista se considera así mismo como parte de la red comunal. El líder ecologista es un gestor de recursos. El Movimiento Ecológico de Venezuela es una inmensa oferta de contenidos nuevos, o más bien un gran llamado a ocuparse del contenido. Fija objetivos, redefine medios y estrategias, cosas que parecían haber desaparecido de la "política", reducida a la competencia por el poder entre hombres y partidos intercambiables y "alternantes".

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