jueves, 8 de abril de 2010

Cambio climático o la amarga herencia del desarrollo


Las principales preguntas que los científicos intentan responder acerca del llamado calentamiento global pueden resumirse en las siguientes: ¿Se encuentra el planeta en una fase de calentamiento global? De ser así, ¿cuáles son sus causas? ¿Cómo afecta y afectaría el clima en la Tierra? ¿Los efectos de la actividad humana son una de las causas principales? ¿Podrían existir otras causas? ¿Cuáles serían los efectos sobre el clima en el futuro? ¿Qué grado de probabilidad tienen de ser ciertas las predicciones en caso de estar en marcha un cambio climático por el calentamiento global? Estas interrogantes no son fáciles de responder con absoluta certeza. Pero es posible afirmar que está prácticamente demostrado, que la atmósfera terrestre ha sufrido cambios en su composición en forma notoria, desde la Revolución Industrial hasta la fecha. En las últimas décadas esta transformación se ha incrementado aún más. Y como la atmósfera es la que regula el clima en su interrelación e interacción con la corteza terrestre y la hidrosfera, no es entonces infundado afirmar que el clima terrestre está cambiando y que en el futuro podría cambiar aún más, de no poder controlarse o mitigarse las causas. "Predecir es muy difícil, sobre todo cuando se trata del futuro" dice un proverbio chino. Y éste es el dilema en el que se encuentran actualmente los científicos respecto de los efectos del calentamiento global sobre el clima en el futuro. Para realizar las predicciones sobre el futuro del clima terrestre, se valen de los llamados modelos. Un modelo es una simplificación que imita los fenómenos del mundo real, de modo que se puedan comprender las situaciones complejas y podamos hacer predicciones. El desarrollo de las computadoras ha hecho posible manejar una gran cantidad de datos y por eso ahora se usan, cada vez más, modelos computacionales, en los que con programas especializados se imita el funcionamiento de sistemas complejos. Este tipo de modelos son los más perfeccionados y han permitido simular relativamente bien, procesos muy complicados como el funcionamiento de la atmósfera o las fluctuaciones de las poblaciones de peces, entre otros muchos. Gracias a ellos se han logrado grandes avances como, por ejemplo, predicciones fiables del clima. Un buen modelo permite predecir situaciones futuras porque como imita la realidad da la posibilidad de adelantarse al presente y situarse en lo que vendrá. Otra ventaja de los modelos es que permiten hacer "experimentos" que nunca serían posibles en la realidad. Por ejemplo, si se dispone de un buen modelo del funcionamiento de la atmósfera se podrá predecir que pasaría si se aumenta la concentración de un gas, por ejemplo del CO2, y ver como variará la temperatura. La limitación obvia es que un modelo imita, pero no es, la realidad. Por muy bueno que sea siempre está lejos de la complejidad del proceso natural. El clima es un conjunto de variables que se encuentran interrelacionadas entre si, pero que son sumamente numerosas y complejas. Gracias a los supercomputadores estos nuevos modelos son capaces de procesar cascadas de datos que proceden de una, cada vez más amplia, red de satélites y estaciones de control remoto. Pueden modelar la atmósfera del mundo con un sorprendente nivel de detalle. Pero una cosa es predecir que mañana va a llover y otra saber si habrá muchas más sequías dentro de 50 años. Además cuando cambia la atmósfera cambian también otras cosas como los océanos y la delgada capa de vida verde de la superficie del planeta. Plenamente justificado la realización del Seminario Internacional sobre Cambio Climático y Gobernabilidad Verde, programados para el 7 y 8 de noviembre, en Caracas y Valencia respectivamente, que servirá como plataforma de lanzamiento del Movimiento Ecologista Venezolano (MOVEV), el cual está llamado a convertirse en la tercera vía para salir pacíficamente de la actual crisis política y de gobernabilidad por la que atravesamos.

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