miércoles, 5 de mayo de 2010

MEMORÁNDUM

PARA: Junta Directiva Nacional del Movimiento Ecológico de Venezuela
DE: Juan Eliécer Ramírez
ASUNTO: Instituto venezolano de Estudios Políticos y Ambientales (Ivenpa)
FECHA: 08-05-2010

La dinámica social y política en la que irrumpe de manera oportuna y necesaria el Movimiento Ecológico de Venezuela, en medio de una lacerante polarización que divide a los venezolanos en tres fracciones, evidentemente marcadas: quienes respaldan el proyecto del socialismo del siglo XXI, ubicados en la extrema izquierda; quienes amparados en la experiencia de haber gobernado a Venezuela durante cuarenta años y sus aliados, ubicados en el otro extremo y quienes conscientemente ubicados en el centro, creemos que es posible un cambio pacífico y profundamente democrático, apelando a los mejores hombres y mujeres, independientemente de su ideología, credo, raza, condición social o nacionalidad, nos obliga a establecer mecanismos de diferenciación de las tendencias en pugna por el control del poder y de los recursos humanos, naturales y financieros.

La organización, el activismo social y político junto a la formación constituyen la unidad consubstancial que genera la energía propulsora de la fuerza real y potencial que posee el soberano pueblo venezolano, para conducir los esperados cambios en paz y democracia.

La formación, como proceso sistemático, dimana de la organización y del activismo que responsablemente debemos asumir con seriedad, para desarrollar, reivindicar y reafirmar la conciencia ecológica, la identidad, la autonomía y el protagonismo del pueblo venezolano.

El proceso de formación es parte sustantiva de la revolución cultural o revolución verde que el Movimiento Ecológico de Venezuela debe generar en su interior, como creación original, para desarrollar una concientización masiva, una profundización en la tarea de confirmar los auténticos valores democráticos y de nuestra visión de país, en la perspectiva del desarrollo sustentable que proponemos.

Si el Movimiento Ecológico de Venezuela renuncia a su tarea cultural en el proceso y quehacer formativo, seremos despojados de nuestra propia conciencia e identidad, hipotecamos a la postre, nuestra autonomía de pensamiento, de decisión y de acción; y, en consecuencia, abdicamos de nuestro papel protagónico como movimiento histórico.

Con tales premisas presentamos a la honorable Dirección Nacional, el Instituto venezolano de Estudio Políticos y Ambientales (Ivenpa), como una institución de formación superior e investigación científica, aliada del Movimiento Ecológico de Venezuela.

Dicho instituto será la base para lanzar la Universidad Ecológica de Venezuela (UNEV), cuya praxis irá forjando la identidad y construyendo la entidad que perfila un sistema formal de formación y educación superior, enmarcada en nuestra avanzada visión de desarrollo.

La cultura ecológica o revolución verde por alcanzar, es en esencia creación humana a través del trabajo formativo, cuya labor tendrá como efecto resultante el cultivo de saber conocer, del saber hacer y del saber ser, mediante la acción de aprender.

El Ivenpa es expresión y síntesis de una visión y acción sistémica de la formación on line y presencial, elaborada y probada en el transcurrir de todo proceso de aprendizaje creativo que caracteriza la continuidad de la tarea formativa.

La función primordial –de índole política y estratégica- del Ivenpa será: contribuir a desarrollar el poder social organizado del pueblo venezolano, equivalente al fortalecimiento cuantitativo, cualitativo e ideológico del Movimiento Ecológico de Venezuela, en su determinación de abordar los escenarios donde se toman las decisiones.

Componentes del sistema formativo propuesto por el Ivenpa:

Concepción filosófica y científica: Ubica la formación en el marco de la cosmovisión del humanismo integral y a la luz de las diversas ciencias sociales, en estrecha relación con la Ecología Social, que sustentarán la formación:
• Como proceso dinámico, permanente, progresivo, dialogal, creativo y deliberado;

• Como quehacer en sus múltiples dimensiones: política, cultural, empresarial, comunitario e histórico-social.

Fundamentación ética y doctrinaria: Ciertas verdades que, como postulados y principios, orientan, inspiran y animan el proceso de formación. Esta fundamentación deviene y está en consonancia con la concepción filosófica y científica.

Protagonistas del proceso formativo: De acuerdo con la concepción y fundamentación, los dirigentes, activistas, militantes y simpatizantes, así como los ciudadanos interesados, como participantes, son el factor fundamental del acto formativo. Además actúan quienes ayudan y facilitan ese quehacer: los facilitadores y animadores y los equipos de apoyo.

Los objetivos de la formación: Son concebidos en tres dimensiones: pedagógicos y andragógicos; estratégicos; y políticos.

• Pedagógicos-andragógicos: modificaciones en los aprendizajes científicos, técnicos y éticos del sujeto para que al desarrollar cambios en su conducta, esté en condiciones de provocar innovaciones en la organización y en el país.

• Estratégicos: Cambios en la organización, para desarrollar en ella modificaciones en su capacidad de acción.

• Políticos: Transformaciones que la organización debe provocar en la realidad en que actúa.

Los modos operacionales: Formas adoptadas para efectuar la formación. Son complementarios e interactúan. Se aplicarán cuatro mecanismos: autoformación sistematizada, eventos presenciales de diverso tipo, programas y modalidad abierta y a distancia.

Metodología de la formación: Conjunto que engloba tres aspectos: los procedimientos, las técnicas y las ayudas; unidad conceptual y operativa requerida para propiciar los aprendizajes.

Estructuras de la formación: Conjunto de organismos, instituciones, órganos y cargos creados para realizar el trabajo formativo.

Evaluación del proceso formativo: Conjunto de actividades aplicadas para verificar el proceso y para medir los resultados del acto formativo. Su papel e importancia radica en garantizar la efectividad de la formación: mayor y mejor acción de las organizaciones; y el perfeccionamiento del propio sistema formativo.

Seguimiento del proceso formativo: Su concepción y aplicación se ubica en la dimensión de continuidad, acompañamiento y complementariedad de las actividades de aprendizaje. La formación como proceso permanente e inacabado, requiere de mecanismos y procedimientos destinados a apoyar, estimular y orientar la continuidad del sujeto en su proceso de aprendizaje.

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